El Dakar en Córdoba: desde el vivac

No estuve en las sierras y me quedé con unas ganas inmensas, pese a algunos comentarios no tan buenos de los que fueron. Pero no podía ser que pasara el Dakar por Córdoba y perdérmelo.

Así que, padres mediante, fui al vivac o vivaque (como escribimos en el diario) a ver cuán enormes eran esas hormiguitas de colores que se pasearon por Argentina y Chile los últimos 15 días trepando dunas, montañas y atravesando lo que se les cruzara en frente.

Impresionante.

Gracias a una invitación que me enviaron desde el área de prensa de Telecom, pude ingresar al Campamento X-RAID  Personal Team, donde había música electrónica, fardos de alfalfa, vehículos en exhibición y un rico fernet Branca menta :P.

Volviendo a lo que iba, transcribo algo que escribí para el blog del diario:

Córdoba está rara, tuvo en pleno verano la fiebre del rally en la provincia. El Rally Dakar Argentina- Chile 2009 se apoderó de las conversaciones y la admiración del público fierrero de cualquier edad, y eso se vivió a pleno en el vivaque montado en un predio sobre avenida Fuerza Aérea y Circunvalación.

Ahí, una multitud constante se plantó para esperar a los autos cuando llegaron y cuando se fueron. Hicieron guardia de aplausos, de gritos eufóricos, y de flashes. Ahí, mirando tras el alambrado, todos se sintieron igualmente pequeños ante el monstruoso campamento donde convivían pilotos, mecánicos y vehículos.

Parecía mentira, pero a las 23 del viernes, la cantidad de automóviles, los puestos de comida y de cualquier cosa que se pueda vender, le daban vida a una fiesta alrededor de los motores.

2009 quedará en la historia como el año en que dos veces nos dimos el gusto de comer tierra, de pasar la madrugada en vela y largas horas de espera para ver pasar corriendo a los autos más poderosos del mundo.

Pero también, por demostrar que el público cordobés genera y demuestra un cariño casi irracional para los pilotos y sus autos. Un enamoramiento intenso que, esperemos, vuelva a regalarnos el año que viene «un poco de amor francés».

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